Dijo un brillante personaje ficticio que es el sonido de las teclas, la cadencia de la letra tras letra, la que va formando al escritor en cada momento. Puedes comenzar copiando un texto, la costumbre de ir tecleando hará tuyas las palabras, hasta que encuentres la inspiración.
Así que me he sentado frente a un antiguo texto de dos párrafos cortos en los que hablaba de trenes y creo que he hecho más completa su historia. Puede, quién sabe.
Ahora sigo sentada y no quiero parar, aquí me tenéis. Intento soltar el mayor número de palabras posible aunque se me empiezan a agotar las ideas. Además, cada vez que me paseo por el blog siento que estoy viviendo una espiral de hechos que no dejan de repetirse. Soy como una gramola con una sola canción, es pesadísimo. Que si quiero ser de tal manera, que si quiero hacer tal cosa, que si a la mierda con los demás.. Ya, si sé quién dices.
No dejo de intentar perfilar la persona que quiero ser, y no sé qué me impide dejar de hablar y serlo. Diría que voy a dejarme de tonterías pero estoy harta de añadir cosas a la lista de cosas que "voy a hacer"
Siempre es un nuevo día, siempre voy a volver a empezar. A tomar por saco señores! Estoy tiene que empezar de verdad. Y no quiero avisar a nadie, tiene que salir de dentro y quedarse en mí, creo que definitivamente, a mí se me va la fuerza por las teclas.