sábado, 29 de noviembre de 2008

Puuuues vaya

¿Qué decisión he tomado? ¿La he tomado de verdad? Las cosas se están poniendo demasiaaaado serias...
Hoy, que habría podido hacer lo que quisiera, hoy más que nunca era el momento... he decidido quedarme en casa. Mi conciencia, supongo.
El caso es que todo esto me ha hecho plantearme en qué creo, cómo de real es y cuánto debo dar en ello. Me he dado cuenta de cómo es algo de verdad, algo real que tienes cerca, y no es tan fácil. Así que ahora, además de una crisis de nervios, también tengo miedo. Qué bien. Da gusto como funciona mi cabeza.

No sé, estoy en casa porque yo quiero, y no estoy segura de que sirva, ni estoy segura de por qué exactamente he decidido quedarme en casa.

Qué harta estoy de que sea todo tan difícil, y de haberlo elegido yo.

Pero no puede ser, no puede haber nada, nada de verdad... Y lo peor, es que es algo como lo que te gustaría pero ni te atreves a soñar. Es demasiado irreal que alguien me mire así a mí. Lo peor, es que habría sido guay. Y aquí llego yo, decidiendo que no lo quiero.
Y que además, lo que tengo es mejor.

JOPELINES!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Estas vísperas son las de después...

Y sí, duró poco mi paz interior. Supongo que no estoy hecha para vivir sin conflictos, debe ser que si no me peleo conmigo misma, me aburro. Debe ser...
Creo que no me importa, no es que me vaya mal, aún soy yo: la mejorada. Sólo que ahora estoy en continuo estado de suspiro, y al final me cansaré de tanta respiración innecesaria, digo yo...
Así que aquí estamos, en un "ni contigo, ni sin ti" que no se dedica a una sóla persona, y probablemente el número aumente a más de dos. ¿Qué se puede esperar? Si tengo quince años, no soy estable, no soy simple, y mucho menos paciente. Pero a ver que otra solución encuentro. Pues ale, paciencia y tiempo. Lo malo es que, otra vez, el tiempo se equivoca conmigo. Ni siquiera sé cómo de rápido quiero que pase, porque me gusta el modo en el que está avanzando mi vida, pero hay algo(1) que necesito ahora. Ajo y agua...
Y luego está el tema de que hay algo(2) de lo que no sé cómo mantenerme lejos, pero que en un precioso momento de cordura conseguí apartar, y quedó todo claro. Yo sé el final de esta historia, y acaba con un loco, amante de la NASA y sus misterios... mi algo number one. Pero me falta el relleno de la historia, no se va del principio al final en un suspiro, otra brillantez del tiempo. Así que hice bien, dejando claro esto a mi otro algo, pero ¿y si me arrepiento? Sé que a la larga ni lo haré, porque he hecho bien. Pero ahora, ahora no quiero que se haya rendido... Y si no se rinde, desearé que lo hubiera hecho. Me estoy planteando muy seriamente la idea de que soy bipolar, y padezco alguna clase de esquizofrenia.
Es como querer azúcar y sal. O se tiene azúcar, o se tiene sal, pero las dos juntas no, porque sale mal. Así que toca elegir lo que más se quiera, y con eso se quedará uno, y así conseguí el final de mi historia. Pero, ¿qué pasa cuando la sal te queda cerca pero a por el azúcar te tienes que levantar? Aquí entra nuestra fuerza de voluntad. Porque si te quedas con la sal, que está cerca, luego pensarás que te tenías que haber levantado a por el azúcar, mientras que si haces eso primero, no acabarás pensando que hiciste mal. A no se que se te haya olvidado cómo sabe el azúcar, y después del esfuerzo no te sabe tan bien.
Y aquí estoy, escribiendo cosas y ejemplos que, realmente, no comparto. Cosas que puedo negar, porque no me faltan argumentos. Pero que ahora, son los más lógicios. Pero sólo ahora porque el tiempo se equivoca dándome un ahora, porque no tendría que haber luego si no existiera ninguna espera.
Y sin embargo no le pediría esto al tiempo, porque ya no me imagino mi vida sin haber conocido a mi algo primero. Aunque esté mi pensamiento momentáneo, el de este instante, hostigándome, diciendo que...¿qué pasaría si una vez hago lo que yo quiero, como siempre he dicho que haría? ¿qué pasaría si dejo de ser buena, si me canso de serlo?
Que haría daño, y como en realidad soy buena, no puedo hacer esto.

Y.. volvemos a que, si sé que no puedo, qué ostias hago dándole más vueltas? Si es que no, es que no. Pero... Pero, pero, pero...

Estoy por pegarle un tiro a alguno de los lados de mi cerebro. ¿Sobreviviría la otra parte sin su vecina?