lunes, 16 de marzo de 2015

Groundhog day

Salir y entrar en la cama, con todo lo que no pasa entre medias.
No siento el aire en la cara mientras oigo el zumbido de la sangre bombeando en mis oídos, mi respiración y las zapatillas golpeando en el suelo. No hablo. No compro, no cruzo la acera, no cargo las bolsas.
No avanzo.
Salir de la cama con la luz del sol en unas ventanas demasiado grandes. Demasiado tarde. Hacer la cama, con la promesa de un gran día, un día diferente, en el que me ducho y visto para de nuevo, quedarme en la misma habitación. La comida, la cama, el escritorio. En la misma habitación con ventanas grandes y el sol en ellas.
Entrar en la cama, con el pijama puesto. Cada vez más tarde, y más triste, y más vieja.