miércoles, 29 de junio de 2016

Latín antiguo

A veces la mente va más deprisa que la vida.
Cuando ser una misma resulta un trabajo de relojero, porque ya no sabes seguro quién es esa. Se ha perdido Unamisma. Unamisma es una adolescente que nadie sabe en qué persona de verdad se va a terminar convirtiendo.
Pero vive dentro de una persona de verdad que no sabe con qué unamisma llenarse.

A veces, la mente trabaja con la energía del Hogwarts Express en hacer y deshacer puzzles filosóficos imposibles, mientras le queda el impulso de un cuarto de tortita de arroz para mantenerse de pie. Y ser.
Cuando nada parece tan difícil como salir a la calle y hacer rutina, ser diaria. Y a la vez, nada resulta tan atractivo como vivir en horizontal, sin tener que emitir un sonido.
Pero ningún sonido es tan estruendoso como el eco de las piezas del puzzle que brinca entre hemisferios y lóbulos.

A veces, la mente va más deprisa que la vida.
Cuando no puedo explicar por qué soy como estoy, y me muevo como lo hago.
Pero no puedo dejar de hacerlo, porque el tiempo en el que la mente dio la orden para que yo fuera en este momento, es un tiempo pasado. Y cuando lo estoy viviendo ya no hay vuelta atrás.

La vida es ahora, pero la mente ya ha sido. La mente que es ahora, no tiene claro cuándo está.

miércoles, 25 de mayo de 2016

How to:

-Ser criticada porque tu ropa es demasiado atrevida
-Ser juzgada porque tu ropa no es lo suficientemente femenina
-Ser insultada por alejarte de la talla mínima de pantalón
-Ser ignorada porque lo que piensas es muy radical y el feminismo es una caca:

Siendo una mujer

How to:
-Ser admirada por ser un ejemplo de "mujer real" con curvas
-Ser aplaudida porque apoyas la igualdad y el feminismo positivo
-Ser alabada por tener tu propio estilo
-Ser envidiada por atreverte a ponerte ropa provocativa:

Siendo famosa. 

domingo, 15 de mayo de 2016

En mi yunta sobran bueyes.

La penumbra está risueña
y se empapa del color que yo le pida
y cuando digan
que en este remanso el dolor no se durmió
será mentira.

Será mentira.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Bookmark.

He abierto Historia de dos ciudades por el separa páginas. No recuerdo nada. No recuerdo cuándo fue la última vez que miré a Dickens tampoco. 
La carpeta de borradores se ha quedado vacía, también.
Los folios a medias, los cuadernos empezados, las fechas al principio de las páginas. 
No queda nada de eso. En el almacén tampoco, nada de ninguna talla. Y en ese color ya no lo fabrican siquiera.
He perdido hasta mi boli de escribir. 

Si no tienes tiempo para hacer lo que quieres hacer, ¿por qué es importante lo que tienes que hacer con ese tiempo? ¿Qué responsabilidad es más grande que la de dedicarte tu propio tiempo?

Me voy. 

Ya no me sale esto.

martes, 20 de octubre de 2015

Be kind to yourself

Tengo un sonido en la cabeza.
Tengo un ruido en la cabeza.
Hay una bomba en mi cabeza que se pasa el día explotando. Y el tic-tac constante y molesto es solo la mejor parte.

Había una Sara.
Y ahora estoy yo.
Y no me quiero conformar conmigo. Pero de alguna manera, tengo que convivir con esta yo, hasta que vuelva la otra. Y entretanto, intentar ser feliz con todo esto.
Es bastante insoportable, y no me sale.

Pero todos los días escribo en algún sitio eso. Be kind to yourself.
Es como tener un hermano tonto y una madre instigándote cada 15 minutos a que tengas paciencia con él, a que lo quieras.
Pero oye, es que es tonto. Es que no me sale.

lunes, 19 de octubre de 2015

Cool Girl

"Men always say that as the defining compliment, don’t they? She’s a cool girl. Being the Cool Girl means I am a hot, brilliant, funny woman who adores football, poker, dirty jokes, and burping, who plays video games, drinks cheap beer, loves threesomes and anal sex, and jams hot dogs and hamburgers into her mouth like she’s hosting the world’s biggest culinary gang bang while somehow maintaining a size 2, because Cool Girls are above all hot. Hot and understanding. Cool Girls never get angry; they only smile in a chagrined, loving manner and let their men do whatever they want. Go ahead, shit on me, I don’t mind, I’m the Cool Girl.
Men actually think this girl exists. Maybe they’re fooled because so many women are willing to pretend to be this girl.
For a long time Cool Girl offended me. I used to see men – friends, coworkers, strangers – giddy over these awful pretender women, and I’d want to sit these men down and calmly say: You are not dating a woman, you are dating a woman who has watched too many movies written by socially awkward men who’d like to believe that this kind of woman exists and might kiss them. I’d want to grab the poor guy by his lapels or messenger bag and say: The bitch doesn’t really love chili dogs that much – no one loves chili dogs that much! And the Cool Girls are even more pathetic: They’re not even pretending to be the woman they want to be, they’re pretending to be the woman a man wants them to be. [...]
I waited patiently - years - for the pendulum to swing the other way, for men to start reading Jane Austen, learn how to knit, pretend to love cosmos, organize scrapbook parties, and make out with each other while we leer. And then we'd say, Yeah, he's a Cool Guy.[..]

So it had to stop. Commiting to Nick, feeling safe with Nick, being happy with Nick, made me realize that there was a Real Amy in there, and she was so much better, more interesting and complicated and challenging, than Cool Amy. Nick wanted Cool Amy anyway. Can you imagine, finally showing your true self to your spouse, your soul mate, and having him not ike you?"

martes, 1 de septiembre de 2015

Una

Se puso mi abrigo verde durante solo 3 días, y el armario estuvo oliendo a ella durante 4 meses. Yo abría la puerta solo para acordarme de que iba a sobrevivir. De que todo iba a irme bien.
Cuando era pequeña me daba la bufanda o el jersey que había usado ese día para que pudiera dormir. Y yo me abrazaba al olor de mi madre y mi cama se transformaba en el mejor lugar del mundo.
No conozco a nadie que se pueda enfadar tanto y ser tan feliz en los mismos cinco minutos. Y me alegro, porque la forma en que mi madre es feliz llena la sala, y no habría sitio para dos así en el mundo. Cuando mi madre sonríe entiendes el optimismo.
Tiene las manos suaves y calentitas. Señala siempre con el dedo indice mientras el pulgar se le curva de forma imposible. Sé reconocer sus manos en cualquier sitio.
Me llenó el pelo de margaritas, y el vestido de gatitos.
Me llama coco. Coquito.
Se le pegan todos los acentos más feos. Se dejaba la leche en el rellano cuando hacía la compra, y se ha cortado mil veces cocinando. No me deja comer el fuet a bocados, aunque siempre que la ves por la cocina ella está picando algo. Podría dormir de pie, y lo hacía cuando esperaba conmigo en el médico. Me cierra la persiana por la mañana en verano. Y me pinta las uñas de los pies aunque no puedo dejarlos quietos.
Tiene en la mente cien compartimentos y puede hacer cien cosas a la vez. Y digan lo que digan, las hace siempre bien.
Lo sabe arreglar todo. Lo sabe cocinar todo. Lo sabe dibujar todo. Sabe hacer sonreír a cualquiera. Aunque no es capaz de recordar la letra entera de una sola canción.
Si está leyendo asentirá a cualquier cosa que digas aunque no se habrá enterado de nada. Yo siempre hablaba de gorilas azules que se habían colado por la ventana y ella ni levantaba la vista. Se le puede caer la casa encima si está leyendo y solo le molestará cuando los escombros le tapen las páginas. Todos los libros que he leído en mi vida se los debo a ella. Todas las palabras.
Y yo no sé escribir sobre mi madre con orden porque eso no tendría sentido. Es el mejor adulto del mundo y a la vez uno de los peores. Podría sobrevivir en una isla desierta y convertirla en un loft apañadito aunque si se comprase un loft parecería una isla desierta la mitad del tiempo.
Pero es sin duda miembro selecto de mis personas preferidas en el mundo.
Y siempre la echo de menos.