martes, 4 de mayo de 2010

Y seguido.

Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te quiero. Buscando una coartada, me das una pasión que yo no espero, y no me importa nada.
Tú juegas a engañarme, yo juego a que te creas que te creo. Escucho tus bobadas acerca del amor y del deseo... y no me importa nada, nada, que rías o sueñes, que digas o que hagas... No me importa nada, por mucho que me empeñe, estoy jugando y no me importa nada.
Tú juegas a tenerme, yo juego a que te creas que me tienes. Serena y confiada, invento las palabras que te hieren, y no me importa nada. Nada.


No soy tonta. No soy egoísta por decir que daría mi vida por alguien, si tú no res capaz de ver más allá de tus narices no significa que la humanidad entera cometa ese error. El egoísta eres tú por pensar que mi vida te pertenece.
Que vendas a quien sea por tu bien no significa que yo no sea capaz de venderme por otros. No soy una santa, y ni siquiera soy altruista la mitad de las veces que actúo, pero no me llames mentirosa si digo que no mataría por sobrevivir, sé dónde esta mi precio y queda muy lejos de ahí.
No todo el mundo se vende, y no eres un Dios ni lo serás nunca. Cambia de sueño, chaval, ese te queda grande. Jamás vuelvas a decir que miento, y no vuelvas a llamarme imbécil (y más si lo escribes con n y v, por favor..) Deja de contradecirte, que ni me quieres ni sabes lo que pasa por tu cabeza, que es mucho más simple de lo que crees.

Esto se acaba, la oportunidad se te ha escapado. Y a mí... No me importa.

No hay comentarios: