domingo, 25 de noviembre de 2012

So I keep on trying.

Probablemente nadie en este sitio lo sepa, pero hay una chica al fondo cuyo vestido esconde una pistola. La piel de su espalda es capaz de sentir el metal del arma, y cuando repara en ello, tiembla. Los volantes del traje acompañan el movimiento, y todo se confunde al compás de la música.

El hombre con traje marrón desvaído que sujeta su chaqueta lleva media hora buscando una excusa para marcharse. Ha visualizado a la chica del vestido, el verde de su ropa y sus ojos no podían pasar desapercibidos. Cree recordarla de algún otro sitio, aunque no le ha dado mayor importancia. A los demás invitados no les ha reconocido aún a juzgar por su soledad. No tiene intención de hacerlo. Su aspecto es el de quien está de paso pero no tiene prisa: con los hombros caídos, cambia el peso de una pierna a otra cada dos minutos al tiempo que echa un vistazo a la sala.

¿Qué mas habrá en ese lugar? Es un tipo de fiesta especial, eso seguro. No hay personajes como estos en una fiesta cualquiera.
En cualquier caso, ¿quiénes son? La chica del vestido seguro que se ha visto envuelta en algún lío tremendo sin ni siquiera buscarlo, pero aunque tiembla en el fondo es valiente y conseguirá que algún idiota se convierta en un héroe con su ayuda. O a lo mejor no. Puede que solo tiembla porque tiene intención de vengarse por fin de algún desalmado, y está impaciente y demasiado animada para contener su movimiento.
El hombre puede que esté de su parte, o quizá es un vigilante que está trabajando para el malo. Quizá ni siquiera hay malo.

Ni historia. Ni fiesta, ni universo... Ni nada. Nada por ahora.

 

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