Odio cuando llega este punto. Odio cuando ya no me quedan ganas de odiarte y ya sólo me apetece rendirme, y que hagas lo que te parezca. Odio sentirme machacada y derrotada... y sobre todo, odio que tú tengas la culpa. Imbécil.
Decídete de una vez, pero deja de marearme, porque llegará un momento en que pierda el equilibrio, y quizá no ponga nada de mi parte. Y quizá me deje de importar qué es lo que quieres y qué lo que quiero yo, y acabe siendo la que te mande lejos.
Y no quiero, porque tarde o temprano me arrepentiré.
Pero venga. Vuelve, contesta, dime lo que piensas de una puuuuñetera vez! Que me estoy cansando de tener ganas de pegarte, y de abrazarte, de llorar, y de hacerte sentir mal, y de hacerte creer que en realidad la culpa es mía, y de abrazarte otra vez, y de gritarte..
BOH!
domingo, 8 de marzo de 2009
jueves, 5 de marzo de 2009
Do you know what?
A lo mejor te abofeteo, pedazo de mongolo. =)
Quee si te apetece mandarme a Parla, hazlo! Que si lo que quieres es que mejore en algún sentido, pídelo; y, a lo mejor, si se me ha pasado el odio interno, lo concedo. Que si lo que te pasa es que te has cansado, te has aburrido, o te has asustado (que eres un crío con los brazos muy grandes! no has hecho 16, esos son los hervores que te faltan!) di-lo, o afróntalo! Y si lo que pasa es que te sale de los cojones ignorarme, porque te fallan dos o tres primaveras... Entonces sí te abofeteo. Porque así, no.
Que sepas, mamonazo, que eres muy importante para mí, aunque te importe tanto como para pasar de mi conversación una semana entera. Que la culpa no es mía, melón! Tú has decidido que últimos tiempos te aburro. Tú te has cansado, que no he sido yo. Aún así sé que somos compatibles a lo bestia (cuando quieres, obviously) y sé que tú lo sabes, y también que ultimamente, te la sopla.
Me cabreas, machote. Y a mí cabreada, ni con ocho como tú me paráis, estamos?
T-o-c-a-p-e-l-o-t-a-s. Que eres un tocapelotas. Y lo sabes. Y más te vale hacer algo chulo antes de que se me olviden tus cosas buenas. Tic-tac, tic-tac..
Y lo peor es que a mí sí que me importa. Y eso que la gilipollez esta la empecaste tú.
Vas buscando otro yo a limpio trompicón,y ya has vuelto a perderte. No pude juntar el agua con aceite..
¿Qué quieres tú, compañera, pa cuando vengas conmigo?¿qué es lo que puede ofrecerte unsalteador de caminos perdidos? Un costurero en los hilos que han enredado mi vida. Eres el que no tiene sitio, eres el pellizco pa cuando me olvido de que eres... el perro verde.
De que soy.. el perro verde.
Quee si te apetece mandarme a Parla, hazlo! Que si lo que quieres es que mejore en algún sentido, pídelo; y, a lo mejor, si se me ha pasado el odio interno, lo concedo. Que si lo que te pasa es que te has cansado, te has aburrido, o te has asustado (que eres un crío con los brazos muy grandes! no has hecho 16, esos son los hervores que te faltan!) di-lo, o afróntalo! Y si lo que pasa es que te sale de los cojones ignorarme, porque te fallan dos o tres primaveras... Entonces sí te abofeteo. Porque así, no.
Que sepas, mamonazo, que eres muy importante para mí, aunque te importe tanto como para pasar de mi conversación una semana entera. Que la culpa no es mía, melón! Tú has decidido que últimos tiempos te aburro. Tú te has cansado, que no he sido yo. Aún así sé que somos compatibles a lo bestia (cuando quieres, obviously) y sé que tú lo sabes, y también que ultimamente, te la sopla.
Me cabreas, machote. Y a mí cabreada, ni con ocho como tú me paráis, estamos?
T-o-c-a-p-e-l-o-t-a-s. Que eres un tocapelotas. Y lo sabes. Y más te vale hacer algo chulo antes de que se me olviden tus cosas buenas. Tic-tac, tic-tac..
Y lo peor es que a mí sí que me importa. Y eso que la gilipollez esta la empecaste tú.
Vas buscando otro yo a limpio trompicón,y ya has vuelto a perderte. No pude juntar el agua con aceite..
¿Qué quieres tú, compañera, pa cuando vengas conmigo?¿qué es lo que puede ofrecerte unsalteador de caminos perdidos? Un costurero en los hilos que han enredado mi vida. Eres el que no tiene sitio, eres el pellizco pa cuando me olvido de que eres... el perro verde.
De que soy.. el perro verde.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Puuuues vaya
¿Qué decisión he tomado? ¿La he tomado de verdad? Las cosas se están poniendo demasiaaaado serias...
Hoy, que habría podido hacer lo que quisiera, hoy más que nunca era el momento... he decidido quedarme en casa. Mi conciencia, supongo.
El caso es que todo esto me ha hecho plantearme en qué creo, cómo de real es y cuánto debo dar en ello. Me he dado cuenta de cómo es algo de verdad, algo real que tienes cerca, y no es tan fácil. Así que ahora, además de una crisis de nervios, también tengo miedo. Qué bien. Da gusto como funciona mi cabeza.
No sé, estoy en casa porque yo quiero, y no estoy segura de que sirva, ni estoy segura de por qué exactamente he decidido quedarme en casa.
Qué harta estoy de que sea todo tan difícil, y de haberlo elegido yo.
Pero no puede ser, no puede haber nada, nada de verdad... Y lo peor, es que es algo como lo que te gustaría pero ni te atreves a soñar. Es demasiado irreal que alguien me mire así a mí. Lo peor, es que habría sido guay. Y aquí llego yo, decidiendo que no lo quiero. Y que además, lo que tengo es mejor.
JOPELINES!
Hoy, que habría podido hacer lo que quisiera, hoy más que nunca era el momento... he decidido quedarme en casa. Mi conciencia, supongo.
El caso es que todo esto me ha hecho plantearme en qué creo, cómo de real es y cuánto debo dar en ello. Me he dado cuenta de cómo es algo de verdad, algo real que tienes cerca, y no es tan fácil. Así que ahora, además de una crisis de nervios, también tengo miedo. Qué bien. Da gusto como funciona mi cabeza.
No sé, estoy en casa porque yo quiero, y no estoy segura de que sirva, ni estoy segura de por qué exactamente he decidido quedarme en casa.
Qué harta estoy de que sea todo tan difícil, y de haberlo elegido yo.
Pero no puede ser, no puede haber nada, nada de verdad... Y lo peor, es que es algo como lo que te gustaría pero ni te atreves a soñar. Es demasiado irreal que alguien me mire así a mí. Lo peor, es que habría sido guay. Y aquí llego yo, decidiendo que no lo quiero. Y que además, lo que tengo es mejor.
JOPELINES!
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Estas vísperas son las de después...
Y sí, duró poco mi paz interior. Supongo que no estoy hecha para vivir sin conflictos, debe ser que si no me peleo conmigo misma, me aburro. Debe ser...
Creo que no me importa, no es que me vaya mal, aún soy yo: la mejorada. Sólo que ahora estoy en continuo estado de suspiro, y al final me cansaré de tanta respiración innecesaria, digo yo...
Así que aquí estamos, en un "ni contigo, ni sin ti" que no se dedica a una sóla persona, y probablemente el número aumente a más de dos. ¿Qué se puede esperar? Si tengo quince años, no soy estable, no soy simple, y mucho menos paciente. Pero a ver que otra solución encuentro. Pues ale, paciencia y tiempo. Lo malo es que, otra vez, el tiempo se equivoca conmigo. Ni siquiera sé cómo de rápido quiero que pase, porque me gusta el modo en el que está avanzando mi vida, pero hay algo(1) que necesito ahora. Ajo y agua...
Y luego está el tema de que hay algo(2) de lo que no sé cómo mantenerme lejos, pero que en un precioso momento de cordura conseguí apartar, y quedó todo claro. Yo sé el final de esta historia, y acaba con un loco, amante de la NASA y sus misterios... mi algo number one. Pero me falta el relleno de la historia, no se va del principio al final en un suspiro, otra brillantez del tiempo. Así que hice bien, dejando claro esto a mi otro algo, pero ¿y si me arrepiento? Sé que a la larga ni lo haré, porque he hecho bien. Pero ahora, ahora no quiero que se haya rendido... Y si no se rinde, desearé que lo hubiera hecho. Me estoy planteando muy seriamente la idea de que soy bipolar, y padezco alguna clase de esquizofrenia.
Es como querer azúcar y sal. O se tiene azúcar, o se tiene sal, pero las dos juntas no, porque sale mal. Así que toca elegir lo que más se quiera, y con eso se quedará uno, y así conseguí el final de mi historia. Pero, ¿qué pasa cuando la sal te queda cerca pero a por el azúcar te tienes que levantar? Aquí entra nuestra fuerza de voluntad. Porque si te quedas con la sal, que está cerca, luego pensarás que te tenías que haber levantado a por el azúcar, mientras que si haces eso primero, no acabarás pensando que hiciste mal. A no se que se te haya olvidado cómo sabe el azúcar, y después del esfuerzo no te sabe tan bien.
Y aquí estoy, escribiendo cosas y ejemplos que, realmente, no comparto. Cosas que puedo negar, porque no me faltan argumentos. Pero que ahora, son los más lógicios. Pero sólo ahora porque el tiempo se equivoca dándome un ahora, porque no tendría que haber luego si no existiera ninguna espera.
Y sin embargo no le pediría esto al tiempo, porque ya no me imagino mi vida sin haber conocido a mi algo primero. Aunque esté mi pensamiento momentáneo, el de este instante, hostigándome, diciendo que...¿qué pasaría si una vez hago lo que yo quiero, como siempre he dicho que haría? ¿qué pasaría si dejo de ser buena, si me canso de serlo?
Que haría daño, y como en realidad soy buena, no puedo hacer esto.
Y.. volvemos a que, si sé que no puedo, qué ostias hago dándole más vueltas? Si es que no, es que no. Pero... Pero, pero, pero...
Estoy por pegarle un tiro a alguno de los lados de mi cerebro. ¿Sobreviviría la otra parte sin su vecina?
Creo que no me importa, no es que me vaya mal, aún soy yo: la mejorada. Sólo que ahora estoy en continuo estado de suspiro, y al final me cansaré de tanta respiración innecesaria, digo yo...
Así que aquí estamos, en un "ni contigo, ni sin ti" que no se dedica a una sóla persona, y probablemente el número aumente a más de dos. ¿Qué se puede esperar? Si tengo quince años, no soy estable, no soy simple, y mucho menos paciente. Pero a ver que otra solución encuentro. Pues ale, paciencia y tiempo. Lo malo es que, otra vez, el tiempo se equivoca conmigo. Ni siquiera sé cómo de rápido quiero que pase, porque me gusta el modo en el que está avanzando mi vida, pero hay algo(1) que necesito ahora. Ajo y agua...
Y luego está el tema de que hay algo(2) de lo que no sé cómo mantenerme lejos, pero que en un precioso momento de cordura conseguí apartar, y quedó todo claro. Yo sé el final de esta historia, y acaba con un loco, amante de la NASA y sus misterios... mi algo number one. Pero me falta el relleno de la historia, no se va del principio al final en un suspiro, otra brillantez del tiempo. Así que hice bien, dejando claro esto a mi otro algo, pero ¿y si me arrepiento? Sé que a la larga ni lo haré, porque he hecho bien. Pero ahora, ahora no quiero que se haya rendido... Y si no se rinde, desearé que lo hubiera hecho. Me estoy planteando muy seriamente la idea de que soy bipolar, y padezco alguna clase de esquizofrenia.
Es como querer azúcar y sal. O se tiene azúcar, o se tiene sal, pero las dos juntas no, porque sale mal. Así que toca elegir lo que más se quiera, y con eso se quedará uno, y así conseguí el final de mi historia. Pero, ¿qué pasa cuando la sal te queda cerca pero a por el azúcar te tienes que levantar? Aquí entra nuestra fuerza de voluntad. Porque si te quedas con la sal, que está cerca, luego pensarás que te tenías que haber levantado a por el azúcar, mientras que si haces eso primero, no acabarás pensando que hiciste mal. A no se que se te haya olvidado cómo sabe el azúcar, y después del esfuerzo no te sabe tan bien.
Y aquí estoy, escribiendo cosas y ejemplos que, realmente, no comparto. Cosas que puedo negar, porque no me faltan argumentos. Pero que ahora, son los más lógicios. Pero sólo ahora porque el tiempo se equivoca dándome un ahora, porque no tendría que haber luego si no existiera ninguna espera.
Y sin embargo no le pediría esto al tiempo, porque ya no me imagino mi vida sin haber conocido a mi algo primero. Aunque esté mi pensamiento momentáneo, el de este instante, hostigándome, diciendo que...¿qué pasaría si una vez hago lo que yo quiero, como siempre he dicho que haría? ¿qué pasaría si dejo de ser buena, si me canso de serlo?
Que haría daño, y como en realidad soy buena, no puedo hacer esto.
Y.. volvemos a que, si sé que no puedo, qué ostias hago dándole más vueltas? Si es que no, es que no. Pero... Pero, pero, pero...
Estoy por pegarle un tiro a alguno de los lados de mi cerebro. ¿Sobreviviría la otra parte sin su vecina?
viernes, 10 de octubre de 2008
Mejorable, pero y qué?
Estoy feliz, muy muy muy feliz. Hace mucho, muy mucho que mi vida no iba tan bien. Y me sorprende, estoy muy muy sorprendida de que dure. He encontrado algo permanente, y cada día me pregunto qué es, para buscarlo cuando lo necesite de nuevo. No lo encontraba, no había un por qué, pensé que el tiempo al fin me había ayudado, y el mismo tiempo que me dolía me ayudó a curarme. Porque ahora lo sé, estoy curada. Ni siquieras en mis ráfagas era tan feliz como lo soy ahora, he vuelto. Muy definitivamente, he vuelto y soy yo, yo mejorada, yo optimista, yo social y enamorada.
Ahora lo entiendo, entiendo por qué hay ciertas cosas que no te atreves a decir a alguien en un mes, o dos, o tres, que no te atreves porque no crees en ello. Entiendo que no se busca algo que no se conoce, y que una vez encontrado eso que no se ha buscado, es infinitamente mejor.
No tengo miedo a nada. Ya no, es una horrible pérdida de tiempo. No soy una persona diferente al resto del mundo, y me alegro, porque por fin no lo soy.
Se avanza en tantas cosas con ciertas palabras... Sin darme cuenta, hablo contigo como con cualquier otra persona, sin importarme si la cago, sé que no pasa nada. Creo en tus palabras, y creo en las mías, y hasta hace unas semanas nunca lo había tenido tan claro. Pero lo comprendo, y lo acepto. Te tengo, y puedo esperar. Por ti, yo espero.
Por muchas personas, soy lo feliz que soy. Por esas mismas personas, mi felicidad es mejorable. Y ahora lo veo, que sea mejorable no significa que no pueda ser la rejodida ostia =D
Nada es perfecto, y puedo con eso más que de sobra.
Que viva el mundo, que le estoy cayendo bien! :)
Y escapar juntos de aquí, juntos de la mano, dando un salto y sentir... La libertad y el valor de elegir regalarte mi vida. Y besar cada despertar, de todas tus mañanas que me quieras regalar. Hacer de tu nombre una de esas palabras con ese valor que es sentido...
Viviremos las sonrisas que nos debía el destino
Ahora lo entiendo, entiendo por qué hay ciertas cosas que no te atreves a decir a alguien en un mes, o dos, o tres, que no te atreves porque no crees en ello. Entiendo que no se busca algo que no se conoce, y que una vez encontrado eso que no se ha buscado, es infinitamente mejor.
No tengo miedo a nada. Ya no, es una horrible pérdida de tiempo. No soy una persona diferente al resto del mundo, y me alegro, porque por fin no lo soy.
Se avanza en tantas cosas con ciertas palabras... Sin darme cuenta, hablo contigo como con cualquier otra persona, sin importarme si la cago, sé que no pasa nada. Creo en tus palabras, y creo en las mías, y hasta hace unas semanas nunca lo había tenido tan claro. Pero lo comprendo, y lo acepto. Te tengo, y puedo esperar. Por ti, yo espero.
Por muchas personas, soy lo feliz que soy. Por esas mismas personas, mi felicidad es mejorable. Y ahora lo veo, que sea mejorable no significa que no pueda ser la rejodida ostia =D
Nada es perfecto, y puedo con eso más que de sobra.
Que viva el mundo, que le estoy cayendo bien! :)
Y escapar juntos de aquí, juntos de la mano, dando un salto y sentir... La libertad y el valor de elegir regalarte mi vida. Y besar cada despertar, de todas tus mañanas que me quieras regalar. Hacer de tu nombre una de esas palabras con ese valor que es sentido...
Viviremos las sonrisas que nos debía el destino
miércoles, 17 de septiembre de 2008
So what if you can see the darkest side of me?
Que ya me harto de confusiones, de que vida ponga condiciones, no me adapto pero...desde que alguien me quiere, aparte de mis hermanos de sangre y de tinta, desde que alguien me... veo las cosas distintas, ya no busco rabia entre las tintas.
Cambian tantas cosas cuando hay alguien que te quiere... Hoy, camino del espíritu profundo, de moldear corazones, sonrisas, lágrimas del mundo, desde que alguien me quiere aparte de padre y madre, yo como más azúcar y casi dejé el vinagre.
Después de bailar el último tango ,de robar un corazón y ser ladrón de guante blanco, de marear a la razón en condición de un adelanto de la sagrada bendición de un santo.
Después de bailar con el azar y disfrutar de último tango, de arropar un corazón y ser ladrón de guante blanco, de guardar en el cajón parte de amor para unos cuantos...
Que ya se levantó otra vez mi ánimo desanimado, que ya volví a tirar del pecado,
y dejar de pensar en las cosas, esas que activan mi circulación nerviosa. Son lindos sueños de un pirata, que busca entre la nada una satisfacción grata; corazones... lágrimas y sonrisas parten de la luz del alba y mueren entre brisas y odiseas.
A mí me lleva la marea,bailo con las olas de las aguas de mi reacción pigmea, dale pan a este vagabundo, dale un pedazo de mundo, dale tan sólo un segundo de tu yo profundo a este ladrón de guante blanco,y deja de soñar desde tu palco.
En este mundo de palabras, donde los corazones sangran y van mucho más allá...
[Rapsusklei]
Cambian tantas cosas cuando hay alguien que te quiere... Hoy, camino del espíritu profundo, de moldear corazones, sonrisas, lágrimas del mundo, desde que alguien me quiere aparte de padre y madre, yo como más azúcar y casi dejé el vinagre.
Después de bailar el último tango ,de robar un corazón y ser ladrón de guante blanco, de marear a la razón en condición de un adelanto de la sagrada bendición de un santo.
Después de bailar con el azar y disfrutar de último tango, de arropar un corazón y ser ladrón de guante blanco, de guardar en el cajón parte de amor para unos cuantos...
Que ya se levantó otra vez mi ánimo desanimado, que ya volví a tirar del pecado,
y dejar de pensar en las cosas, esas que activan mi circulación nerviosa. Son lindos sueños de un pirata, que busca entre la nada una satisfacción grata; corazones... lágrimas y sonrisas parten de la luz del alba y mueren entre brisas y odiseas.
A mí me lleva la marea,bailo con las olas de las aguas de mi reacción pigmea, dale pan a este vagabundo, dale un pedazo de mundo, dale tan sólo un segundo de tu yo profundo a este ladrón de guante blanco,y deja de soñar desde tu palco.
En este mundo de palabras, donde los corazones sangran y van mucho más allá...
[Rapsusklei]
jueves, 24 de julio de 2008
Lo de siempree
Siempre miedo. Miedo a irme, y mucho más a volver, cuando sabía que no había un lugar al que volver, no al que yo quiero. Echo de menos una persona cerca a cada momento del día, poder hablar de cualquier cosa y que te entiendan, que les interese lo que quieras contar. Y no pensé echar eso tanto de menos, cuando llevo un día en tierras españolas, pero quería plasmarlo, que hemos sido muy grandes.
Y qué pasaría si en realidad, cuando pueda, siga habiendo algo que me impida estar donde quiero. No es el lugar el que me llama, sino la gente, ¿y si eso deja de existir? Y si la persona que más de mil veces te ha dicho lo que daría por un momento a tu lado, tiene la oportunidad, y quiere esperar. ¿Esperar a qué, esperar por qué? Cuando está más que claro que lo último que quiero hacer es esperar, esperar a algo que ya tengo, esperar a un chico que ve ovnis y le encanta mi sonrisa. Creo que al final lo que queda no es el acto, si no la disposición al saber que tienes que hacer algo. Cuando te piden que recojas la mesa, y lo haces sin más, la mesa queda igual de recogida, y lo que queda es el recuerdo de que lo hiciste, y si te quejas, refunfuñas y tardas, la mesa quedará igual, seguida de una mala cara de tu madre. Y el recuerdo de esto no se le olvidará en situaciones parecidas.
Puede que sea un ejemplo estúpido, pero me siento como una niña rogando por un juguete. Un juguete que se supone que querría estar conmigo, y sin embargo, ruego.
Eso, esperar cuando no hay motivo, es miedo. O quiero creer que lo es, y no una huída de un posible rato con alguien como yo.
Al fin y al cabo, quizá simplemente no haya excepciones, y los hombres son hombres. O quizá vuelva a ser yo y mi cabecita, que le da demasiadas vueltas a todo, y todo acaba estando retorcido y estropeado.
He decidido no leer esta entrada antes de publicarla (como suelo hacer para conducir en condiciones mis pensamientos) y quedará como está, supongo que más real. Más retorcido... sí, más real.
Este tiempo que no pasa decora mi casa, yo no quiero despertar.
Una llamada perdida, un vuelvo enseguida, no tengo ganas de hablar.
Voy a mirar el correo, a ver si te leo y me bajo a buscar un bar,
donde beberme tu ausencia y mi soledad.
Déjame que cuente las horas perdidas, buscando tus ojos todos estos días, que a veces se me hacen eternos.
Escribir canciones pintar corazones, no me basta
no quiero hacerme ilusiones ¿cuánto tiempo he de esperar para vernos?
Y qué pasaría si en realidad, cuando pueda, siga habiendo algo que me impida estar donde quiero. No es el lugar el que me llama, sino la gente, ¿y si eso deja de existir? Y si la persona que más de mil veces te ha dicho lo que daría por un momento a tu lado, tiene la oportunidad, y quiere esperar. ¿Esperar a qué, esperar por qué? Cuando está más que claro que lo último que quiero hacer es esperar, esperar a algo que ya tengo, esperar a un chico que ve ovnis y le encanta mi sonrisa. Creo que al final lo que queda no es el acto, si no la disposición al saber que tienes que hacer algo. Cuando te piden que recojas la mesa, y lo haces sin más, la mesa queda igual de recogida, y lo que queda es el recuerdo de que lo hiciste, y si te quejas, refunfuñas y tardas, la mesa quedará igual, seguida de una mala cara de tu madre. Y el recuerdo de esto no se le olvidará en situaciones parecidas.
Puede que sea un ejemplo estúpido, pero me siento como una niña rogando por un juguete. Un juguete que se supone que querría estar conmigo, y sin embargo, ruego.
Eso, esperar cuando no hay motivo, es miedo. O quiero creer que lo es, y no una huída de un posible rato con alguien como yo.
Al fin y al cabo, quizá simplemente no haya excepciones, y los hombres son hombres. O quizá vuelva a ser yo y mi cabecita, que le da demasiadas vueltas a todo, y todo acaba estando retorcido y estropeado.
He decidido no leer esta entrada antes de publicarla (como suelo hacer para conducir en condiciones mis pensamientos) y quedará como está, supongo que más real. Más retorcido... sí, más real.
Este tiempo que no pasa decora mi casa, yo no quiero despertar.
Una llamada perdida, un vuelvo enseguida, no tengo ganas de hablar.
Voy a mirar el correo, a ver si te leo y me bajo a buscar un bar,
donde beberme tu ausencia y mi soledad.
Déjame que cuente las horas perdidas, buscando tus ojos todos estos días, que a veces se me hacen eternos.
Escribir canciones pintar corazones, no me basta
no quiero hacerme ilusiones ¿cuánto tiempo he de esperar para vernos?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)