viernes, 3 de septiembre de 2010

Fotos de carnet.









Están hechas exclusivamente para que las lleves en la cartera, ya sea en un pedazo de cartón plastificado de cierta utilidad, o sueltas, junto a alguna otra. Pero no sirven para nada más, son fotos para llevar encima, y suelen ser realmente horribles.Feas, feísimas. ¿Por qué? Porque nos hacen sonreír, pero no con gusto. Nos OBLIGAN a sonreír, lo que nos convierte en personas con sonrisas horribles el 90% de las veces. Muy buen día debes tener para que en una foto de carnet sonriendo consigas salir bien. Te hacen inclinarte ligeramente y ponerte delante de una pared blanca, que hace de la foto, sosa de por sí, algo aún más irritante. Por el simple hecho de que no es real, no es nuestra verdadera cara.
Opino que antes de hacer una foto que va a figurar en tu DNI, deberían estudiar tu personalidad. Si eres una persona que se pasa el día frunciendo el ceño y desconfiando de todo lo que hay a tu alrededor, que en la foto, tu cara sea de desconfianza. Para cualquier persona será mucho más fácil identificarte con tu foto del DNI.
Además, ¿en qué momento del día te pueden pillar sonriendo así? ¡Nunca! Es una sonrisa exclusiva, que sólo es capaz de posarse en tu cara cuando sabes que formara parte de un papelito brillante de cinco centímetros que te acompañará en la cartera los próximos diez años. DIEZ AÑOS. Debería encerrarme en mi casa la década entera para no tener que llevar encima el dichoso documento de identidad.
Identidad, dice. Identidad. Y aparece mi nombre, que bueno, sí que lo utilizo, y mi cara sonriendo de la manera más grotesca del mundo. Si esa es mi identidad, definitivamente debería recluirme diez años, o los que surjan.

Creo que sonreír en una foto para el carnet, cuando odias hacerte fotos de carnet es PURA hipocresía.


Y yo no soy una persona hipócrita, qué va. Hoy, cuando me digan "sonríe" alzaré la voz en favor de la revolución. (Y se va a cagar la perra)

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