sábado, 17 de septiembre de 2011

Song beneath the song.

Las canciones son más de lo que parecen, y los poemas, y libros, y todo lo que pueda significar algo. Porque si puede significar algo, creo que significará más cosas de las que parece.
Escucho música todos los días, me fijo en las letras, me gusta el sonido, la voz. Soy una persona observadora y me pierdo en los detalles. Inútiles la mayoría, a mi curiosidad la vuelven loca, la pobre no es nada selectiva. Pero de repente ha hecho algo bien, la canción que más sencilla parecía, o aquella de la que creía saberlo todo, me dice algo nuevo. Cuando menos lo espero, algo me llama la atención en ella mientras la tengo de fondo, y me paro y la escucho de verdad. Actúa, o algo así. Y me cuenta cómo soy, o dónde estoy, o qué quiero, o qué pelotas está pasando. Y ya sabe más que yo.
Me pasa demasiado a menudo que la frase justa llega en el momento más oportuno. Pero si eso es todo lo que consigo en el día, no me hace falta mucho más, porque llámame loca, pero hay algo en el universo que termina funcionando como debe ser, con eso ya duermo tranquila.

and there's a beating in my chest, and it's seeming to suggest that before this day is through it might go my way. So I sit back in my seat, I scribble down something that's sweet about a boy, a girl, an endless stretch of scenery. Cause it's like falling to your knees before a stranger on the street. I did it just the other day, you should have seen me..

I wanna remember this night, and how my words never came out right. It's just my patience that keeps me alive, just like all those pretty lights in the sky.

No hay comentarios: