jueves, 17 de noviembre de 2011

I know I fed your desires

Because I've been murdering your soul.

Tengo unas vistas impresionantes Creo que los personajes de las novelas, la imaginación, necesita de vistas así. Las mejores siempre están en las alturas y no hay rincón que se me escape entre los edificios que recortan el cielo, todo desde mi ventana. Aquí abajo no hay nada, así que solo queda fijar la mirada lejos, donde yo no soy más que un punto para las personitas que se invierten en mi retina.
La que está sentada en el banco, se me ocurre que es algo vanidosa, puede que demasiado dependiente, habla demasiado, pero desde donde yo miro, diremos que es encantadora. Cogerá el tren, seguro que temprano, con vistas también al horizonte. Verá la noche de invierno haciendo como que acaba. La compañía, incómoda. Caras largas y extrañas, sin nada que destacar. El paisaje, sucio, salpicado de polígonos y alguna torre a lo lejos, atravesando el amanecer. Y en el tren sonríe porque le gustan sus zapatos y va a ser invencible, y un chico que anda cantando solo, tocando una batería imaginaria mientras en el tren todos le miran haciéndole saber que molesta, la está mirando a ella. Demasiada vida a esas horas de la mañana para pararse en una reflexión sobre las primeras impresiones, se limitará a pensar que podría enamorar al chico, y la historia sería digna de contar. Pero esa es su parada, y el músico apenas se ha fijado en ella.
Sin volver del todo a la realidad, otra vez en mi ventana, un pájaro. Salta como si, al posarse, la superficie le quemara, y vuelve a suspenderse en el aire muy rápido, y de nuevo se posa. Me apoyo en los codos para observarle, pero no le gusta la compañía, y se va, esta vez volando.

Un cálculo exacto de todo lo que me ofrece este horizonte me asustaría, porque es demasiado lo que desaprovecho. Historias para todos, millones de mundos y razones imposibles, que podrían ser mías... y sin embargo...
Demasiados pensamientos, para tan pocas palabras.



sábado, 15 de octubre de 2011

I don't quite know..

...how to say how I feel. Those three words are said too much, they're not enough.


domingo, 25 de septiembre de 2011

Concretamente

Desayuno con mi nueva receta: cereales en un bol, y una frase "hoy voy a ser mejor".

Lo veo, y sumo el olor de los domingos por aquí. Si no dejas de acostumbrarte a ellos no lo ves, pero es muy característico. Sé de un coche que está camino de la playa, y deja para mí todo esto. Algún vecino tiene la música altísima desde las nueve, pero he decidido que me gusta. Hay mermelada en la nevera, y chistes malos escritos en post-its. En varios kilómetros a la redonda no me queda nada de lo que quejarme, y dicen las aceras que no esperan de mí nada que no sean pasos firmes, y quizá algún salto cuando nadie mire. Y si miran, también.




sábado, 24 de septiembre de 2011

Come on, skinny love, just last the year..

Tengo un ritmo que se salta el orden de los latidos de mi corazón y se aleja de la velocidad con la que corre la sangre por mis venas. Se descomponen y se me descompensan los ritmos en momentos precisos, cuando menos lo espero. Pensando que algo está bajo control, es fácil caer en el error de que la solución de lo que pueda pasar está en mis manos, pero el control va estrechando su sujección y desgastando aquello que tiene debajo. Y entonces los ritmos se ralentizan, porque lo notan. Y cuando caen en su error paran de una forma terrible que nadie ve venir, y me pregunto cómo puede ser que mis manos aun tengan color si la sangre se ha parado, y no hay oxígeno que avance. La respuesta es fácil, es el ritmo de otra cosa el que se ha parado, escapando de un par de latidos. Cuando vuelve a ponerse en marcha tarda en alcanzar la sangre que inexplicablemente seguía corriendo, y está ahí la descompensación que me hace ahora ponerme a escribir.
Es mucho más simple que todo esto. Se me desgastaron las fuerzas, y cuando volvieron alguien me dijo que no tenían utilidad, y me faltó el aire. Se queda en standby todo lo que puedo razonar.



sábado, 17 de septiembre de 2011

Song beneath the song.

Las canciones son más de lo que parecen, y los poemas, y libros, y todo lo que pueda significar algo. Porque si puede significar algo, creo que significará más cosas de las que parece.
Escucho música todos los días, me fijo en las letras, me gusta el sonido, la voz. Soy una persona observadora y me pierdo en los detalles. Inútiles la mayoría, a mi curiosidad la vuelven loca, la pobre no es nada selectiva. Pero de repente ha hecho algo bien, la canción que más sencilla parecía, o aquella de la que creía saberlo todo, me dice algo nuevo. Cuando menos lo espero, algo me llama la atención en ella mientras la tengo de fondo, y me paro y la escucho de verdad. Actúa, o algo así. Y me cuenta cómo soy, o dónde estoy, o qué quiero, o qué pelotas está pasando. Y ya sabe más que yo.
Me pasa demasiado a menudo que la frase justa llega en el momento más oportuno. Pero si eso es todo lo que consigo en el día, no me hace falta mucho más, porque llámame loca, pero hay algo en el universo que termina funcionando como debe ser, con eso ya duermo tranquila.

and there's a beating in my chest, and it's seeming to suggest that before this day is through it might go my way. So I sit back in my seat, I scribble down something that's sweet about a boy, a girl, an endless stretch of scenery. Cause it's like falling to your knees before a stranger on the street. I did it just the other day, you should have seen me..

I wanna remember this night, and how my words never came out right. It's just my patience that keeps me alive, just like all those pretty lights in the sky.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Awkwardly speaking with nothing to say.

Tengo una cama encima de la cabeza. Hay gente que teme las literas cuando duermen arriba pero creo que el peligro acecha de verdad a la cama de abajo. Si se cae la cama superior contigo encima caes en blando, si se cae esa misma estando tú debajo, lo siento por tu nariz. Tengo el consuelo de que el colchón sobre mi cabeza está deshabitado, pero sigue sin inspirar confianza. Así que no me duermo, porque el estado de vigilia parece mil veces más seguro.

O quizá las literas me dan igual y mi problema es otro. A lo mejor mi cama, que tiene más anchura que yo altura, me está esperando a 200 kilómetros de aquí con los cojines tristes, porque piensa que la he abandonado por una mejor. Pero a mí me pone triste pensar en ella, aun falta desgastarla por demasiados rincones.
Pero ahora, estoy en esta cama nueva, esperando a la llegada de una vida diferente. Esperaba rincones huecos esperando que yo los llenara, esperaba algo que me gritara que quiere ahí mi huella. Estanterías vacías, por alejarme de la metáfora y pasarme a lo tangible. Pero no sé, todavía no las he visto por aquí. Solo está vacía la litera, que irónicamente no soy capaz de llenar. Aunque si pudiera estar en dos camas a la vez no serían las de arriba y abajo de una litera, morir espachurrada por mí... hmmm, raro.
Me tendré que currar este rinconcito, anyway.Tengo que explicarle de qué va la cosa, porque no he venido a por una mesa para estudiar y otra para comer, quiero una vida entera, o... un buen pedazo de vida. No una familia entera, pero sí un pedazo de familiaridad. Y... entre todo el pánico que las vocecitas de primer día y de mudanza crean en mí he encontrado algo que he traído con mi más previsora buena fe. Tengo una maleta entera esperando un hueco, pero un peluche se hace hueco solo, y pasa lo mismo con mi calavera. Tiene una rana encima y debajo se lee Salamanca. Ha pasado por todas mis casas y viene del día en que pensé dónde estudiaría. Dije iré a la universidad de Salamanca. Y veo mis mofletes de antaño dentro de una calavera, y pienso que me puedo llevar la familiaridad a donde yo quiera. Siempre habrá una manta, y un paseo descalzo los domingos por la cocina. Cualquier cocina, y cualquier manta.

Querer y necesitar son curiosos. Querer quiero llenar esto de mis cosas. Necesitar, necesito saber que no me voy a despertar mañana sin saber donde estoy. Me dicen por aquí que esto no es Salamanca, y no se está tan mal. Si mañana sigo sabiéndolo, bien. Lo que quiero vendrá cuando el pánico se vaya, una vez cubierto lo que necesito. Y entonces, todo bien. Entonces, bien. Mañana, bien.

Y para ponerme firme, en cuanto deje de mirarme así el somier de aquí arriba, empezaré a mentalizarle de que de aquí a cinco años más le vale que nos llevemos bien.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Venga chatos!

McFly es un grupo monísimo. Y con esto me refiero a que es el típico grupo al que achucharías cual cachorro, nada rebelde, nada fuera de su británico optimismo. Tacita de te, un par de pastas y quizá, así a lo loco, un concierto a las seis de la tarde. No me malinterpretéis, me caen chévere.
EL CASO ES que tienen una canción en la que "desearían envolver su corazón en papel de burbujitas", todo un drama y tal.. y minutos después nos dicen "life's a bitch, but so are you." Tal cual, con la misma voz y en el mismo tono.
Creo que la traducción es innecesaria, pero la haré por gusto: la vida es puta, pero tú también lo eres (hay quien añadiría un "so cerda" True story.). Y he pensando que es una gran frase, o podría serlo. Pero es demasiado complejo de entender, porque si la vida es puta para las.. putas, entonces sería más bien justa, no? Pero no es así, muchas veces a las desgraciadas les va bien. Y yo que me alegro, la verdad. Casi siempre. Vive y deja vivir, paz y amor, florecillas y.. que sí que sí. Todo el mundo se merece ser feliz pero como que me toca de vez en cuando en lo más profundo del pequeño rencor hacia el mundo que me cabe dentro.
Me vais a permitir que suelte palabras sin razonar, porque si las razono no las entiendo. Ready? Here it goes:

Fáciles, realmente fáciles hay muy pocas cosas en la vida. No es fácil conservar una amistad, tampoco lo es querer a alguien, ni decidir a quién odiar y a quién querer. Para mí, sin embargo, habría sido tremendamente sencillo odiar todo esto. Pero creo que me gustan los retos, a veces me esfuerzo, y encontré que quizá no todo está perdido en este lugar. Entre estas calles hechas piedra y paredes caídas, que han crecido con macetas, árboles atravesando muros, piedras que no pudieron romper y fuentes que nunca he visto secas. Entre un suelo desnivelado y un cielo siempre tapado por las nubes. Entre demasiadas cabezas predecibles y demasiados problemas insignificantes pensé que encontraría un hueco en el que no estorbase demasiado. Y al final, esto está lleno de cosas geniales, y de gente que me encantaría volver a conocer en otras mil vidas. Pero en realidad no hay diferencia entre estos suelos y estas paredes y las de cualquier otro sitio. Es la misma mierda, las mismas decepciones, las mismas situaciones que se repiten en cada rincón. En todas hay alguien esforzándose, alguien que intenta cambiar las cosas. Pero en todas hay muros de costumbre y facilidad, que no necesitan nada de nadie, así que se proponen joder. Porque oye, ande yo caliente que se joda todo hijo de vecino. Y aparece un erudito que nos dice que el egoísmo es lo mejor, y como debemos ser idiotas, le quitamos la razón. Porque ahora, si intentas ser buena persona, eres idiota. Y no lo digo yo, lo dicen todos los que viven bien así como les va. Les va bien, porque los idiotas como yo hemos conseguido eso para ellos. Pensando que igual eres necesario, pensando que lo mismo, en un momento de lucidez consigues cambiar el mundo. PERO QUÉ VA. El mundo está perfectamente sin que le toques los cojones, tú dame lo que puedas, pero no me rayes la cabeza. Y eso, para el mundo, es fácil.
Pero llega un día en que los idiotas no son tan idiotas, y el mundo se queda solo, cojo y bien jodido, porque a ver quién es el guapo que le ayuda a andar. Y lo peor, es que cuando el mundo cojea, al idiota que ha espabilado le llega de rebote todo lo malo, y el cojo se tropieza y se te cae encima. Total, que da igual lo que intentes hacer por el mundo, porque siempre hay cabezas vacías que acabarán jodiendo tu plan de futuro, sea cual sea. Si quieres dejar el mundo como está, un idiota idealista te dirá que hay que mejorarlo. Si eres un idiota idealista, aquellos que más deberían mejorar te mandarán bien lejos. Y así no avanza nadie.

Por mí, les podrían dar a todos bien por culo. Sería fácil. Pero hoy me he propuesto tocarle la moral a Nietzsche, así que no voy a hacer lo fácil, lo que de verdad quiero hacer, y os diré cosas bonitas. Y me conformaré.

Para que así, la venganza os pille desprevenidos.


...Debería añadir que no sé muy bien cuándo escribí esto, comenzó el 7 de Abril y probablemente acabe el 10 de agosto, pero la noche es joven y tengo aún cosas que hacer.