viernes, 4 de abril de 2008

Cambiando.

Hay días que parece que nunca se va a apagar el Sol, y otros son más tristes que una despedida en la estación. Es igual que nuestra vida que cuando todo va bien... un día tuerces una esquina y te tuerces tú también.
Yo he crecido cerca de las vías y por eso sé.. que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren. Con el paso de los años nada es como yo soñé. Si no cierras bien los ojos, muchas cosas no se ven. Todo lo malo y lo bueno cabe dentro de un papel. ¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies.


Estoy más que acostumbrada. Acostumbrada, pero no satisfecha, de que todo sean ráfagas, de que tan pronto me caigo estrépitosamente -y aunque lo intente no me levanto-, como me encuentro feliz, dentro de lo que puedo pensar que soy un Viernes en mi casa sin nada más que hacer que escribir esto. Harta, esa es la palabra. Y no me gusta que esto sea ya algo a lo que me he acostumbrado, aunque no puedo vivir siempre en la mas honda de las depresiones, ni mucho menos quiero hacerlo. Me gusta bastante más cuando me encuentro bien y puedo afirmarlo. Días como hoy, como ayer.. como hace un par de semanas. Pero no está bien, es sólo un pequeño parche, que se va despegando, y cuando lo hace del todo, vuelvo a caer. Y no, no es para nada agradable. Ahora puedo hablar de ello, expresarlo, por el hecho de que, sí, estoy bien. Quizá el Lunes no sea capaz de razonar de forma optimista, quizá ni siquiera sea capaz de hacerlo al final del día, pero el parche no es algo que me haga sentir mal.
Estoy casi convencida que esta pasividad a la que me tengo que resignar mientras vivo un día por los suelos, y otro simplemente normal, en otra época me habría destrozado, aunque ahora no lo hace, es sólo una pequeña molestia que deriva de mi reciente inconformismo (que no deja de ser algo crispante) Quizá ahora no me es tan duro porque ahora soy más fuerte, o quizá no lo sea (no creo que lo sea), quizá sea sólo que no tengo sitio para preocuparme de algo más, simplemente, no me cabe en la zona de mi cerebro dedicada a almacenar problemas y mitigarlos para que, al menos, no duelan demasiado.
Estoy casi segura de que esa parte existe, porque sino, no sería capaz de explicar mis ráfagas.
Como ejemplo cercano (medianamente cercano) hace cosa de un mes hasta publiqué en el fotolog mi estado de ánimo, que para cualquiera que no me conozca sería el relato de un mal día, pero con lo que yo soy, explicar eso quería decir que era lo suficientemente malo como para ser mucho, mucho más que un mal día. Y bien, la semana siguiente afirmé que estaba muy, muuuy contenta. El problema, o el pensamiento, o lo que fuera que me hundió no se había solucionado, pero sin embargo no me preocupaba, no me dañaba ni alcanzaba. ¿Por qué? Porque me hicieron olvidarlo. Mis amigos, y ese por el que soy capaz de escribir con cierto optimismo en Viernes (lo que significa sola en casa mientras que todos mis amigos lo están pasando mejor que yo) con optimismo, por el hecho de que es día cuatro (ahora me da igual, soy capaz de aceptar que algo que no es del todo real me hace sentirme bien, supongo que es algo parecido a soñar despierto, con algo más de realidad). Y mi problema se esfumó, porque esa parte de mi conciencia lo suprimió, consolándome sin que me diese cuenta, con todo lo que tengo, y no con lo que he perdido. A menudo me repito esa frase.
Piensa, Sara, piensa en todo lo que tienes, en las personas que conservas, en las que estarán ahí sea cual sea tu domicilio del mismo modo, en las que no habría conocido... Pero, en esos días en los que todas esas personas parecen tener algo mejor que hacer, o soy incapaz de escucharlas (porque, sí, aceptémoslo, soy estúpida) soy incapaz de pensar eso, y mi mente ronda más palabras como he perdido más de lo que he ganado o si nada hubiese cambiado, gran parte de lo que tengo, seguiría ahí, y también de lo que he perdido'

Aunque no hay nada que más me fastidie que el hecho de tener sieeempre un motivo por el cual poder quejarme (cosa que no hago, no con quien debería) y que la mayor parte de las veces, (hay una excepción; el género imbécil) siempre acabe volviendo al mismo punto, al mismo pensamiento, y a la misma reflexión, siempre la misma. Quizá preferiría tener problemas distintos, para no cansar a la gente con mis estupideces, o para que alguien pudiese darme una solución.
Que siempre sea yo la que quiere quedar, cuanto más tiempo, mejor. Desesperada por un rato. (En una ocasión viajé un total de cuatro horas, a penas tres con ellos) Que siempre sea yo la que necesita salir de casa, salir por la mañana. Para mi también es fin de semana y no me importa la hora a la que me levante, para viajar o para salir, aunque entiendo -creo que lo hago, aunque me da miedo pasarme al egoísmo- que nadie piense como yo. Supongo que es normal, aunque realmente me hace sentir muy, muy, muuy pequeñita. Y quizá nadie sea capaz de comprenderlo. Son mis días de libertad, son los que tengo, y necesito gastarlos. Y cada vez más, mi confianza en pasarlo bien al completo se va perdiendo, porque las tardes esperando a que llegue la hora a la que hemos quedado se me hacen eternas, mirando mi pared vacía, o las vitrinas de mi salón, que por no tener, no les queda ni polvo. Pero no lo comprenden, y no les culpo, a absolutamente ninguno. Porque soy incapaz de explicarlo, no sé bien por qué. Quizá sea aquello de mantener mi 'sarapunk' pero quizá no. Pensado fríamente, no necesito que nadie piense que soy dura, y no quiero que lo piensen, así que quizá no encuentre momento en el que decir como me siento, porque es desperdiciar mi tiempo de libertad, y no quiero.
Puedo seguir viviendo así, con mis jodidas ráfagas, siempre y cuando consiga hacer durar más, a modo de compensación, lo que duran las felices.

Pero hoy, hoy es un buen día. Y lo mejor, es que me he convencido sola. Puedo encontrar excusas para ser feliz, yo sola. =D
Aunque sería algo mejor si algún lechuzo me lo hubiera recordado xD
Muucho texto... menos mal que no espero lectores (iba a poner leyentees.. pégate, Sara, pégate)

Y sí, las sonrisas son el mejor invento del mundo. No necesitas que te de la razón. =)

..There's a light at each end of this tunnel, you shout 'cause you're just as far in as you'll ever be out. And these mistakes you've made, you'll just make them again, if you only try turning around..

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